
Cada año, el 19 de octubre se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama en recuerdo del compromiso de toda la sociedad en la lucha contra esta enfermedad.
Mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida y esta es la razón principal de porque las mujeres deben realizarse una evaluación regularmente de sus senos.
La detección precoz a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de cáncer de mama sigue siendo la piedra angular de la lucha contra el cáncer.
En concreto, durante el año 2020, en España se diagnosticaron unos 34.088 nuevos casos de cáncer de mama, un 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres, según los datos que aporta el Sistema Europeo de información del cáncer (ECIS).
El cáncer de mama es la primera causa de mortalidad por cáncer entre las mujeres, según informa la Asociación Española contra el CÁNCER.
Según explica la AECC, “el cáncer de mama es el tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria”. Además, explican que “los tumores malignos se caracterizan por tener un crecimiento descontrolado y extenderse en los tejidos”, que están formados por células que han acumulado mutaciones genéticas.
Por lo general, el mayor número de diagnósticos se realiza en mujeres de entre 45 y 65 años, aunque también se puede tener a otras edades. Además, es más común entre las mujeres de raza blanca y se considera también que disminuye el riesgo tener la primera regla después de los 12 años y la menopausia antes de los 55 años.
Por su parte, aunque es menos frecuente, los hombres también pueden padecerlo.
Cómo detectar y prevenir el cáncer de mama?
La AECC incide en la importancia de la detección precoz de la enfermedad mediante los siguientes sistemas:
La mamografía.
Autoexploraciones.
Llevar hábitos de vida saludables, comiendo sano, realizando ejercicio físico.
Síntomas del cáncer de mama:
Cambio de tamaño de las mamas.
Irregularidades en el contorno.
Menor movilidad de las mamas al levantar los brazos.
Alteración en la piel de la mama.
Cambios en el pezón, como el hundimiento.
Nódulos en la axila.
Cansancio.
Dolor óseo localizado.
Dolor en la mama a la palpación.